El suyo Curva se encuentra a 285 km de la ciudad de La Paz, cuna de la medicina natural, se encuentra a los pies de la Cordillera de Los Andes, montañas nevadas –achachilas sagrados de la cordillera Kallawaya -, con una población de tradición Kallawaya, sitio lleno de fuerza y energía que siente el visitante al llegar al lugar.
En ocasión de celebrarse el Willka Kuti – el retorno del sol – o Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco 5529, el Ing. Remmy Gonzáles Atila, Ministro de Desarrollo Rural y Tierras acompañado de la Directora General Ejecutiva, Delicia López, junto a autoridades locales y maestros kallawayas, se concentraron en una loma de montaña para poder estar cerca de la cima del cerro Acamani escenario sagrado para recibir el nuevo año.
“Estar aquí para mí significa consolidar nuestro proceso de cambio, consolidar el Estado Plurinacional de Bolivia, estamos pidiendo frente al cerro Acamani padre de toda la cultura Kallawaya que nos dé energía, que nos dé fuerza y, cuando salga el sol nos refleje toda la fuerza y energía para que mañana se vuelva al trabajo y estemos con más fuerza; para que no nos enfermemos hermanos; hay que pedir al nuestro cerro Acamani salud y que estemos unidos, festejemos el nuevo año; recibamos la energía de nuestro tata Inti y verdaderamente nos vayamos con bastante energía” pidió la autoridad.
El Año Nuevo Andino se retoma y celebra desde los años 70 del siglo pasado, coincide con el surgimiento del pensamiento indianista y luego katarista principalmente en la región del Altiplano; estudiantes aymaras provenientes de zonas rurales formaron varias organizaciones culturales y políticas y, como indios aymaras interpelaron en su momento las políticas neoliberales de la época.
Esta actividad reivindicatoria, así como otros hitos, símbolos y héroes, son de reconstrucción contemporánea, a partir de elementos históricos. Entonces, el surgimiento del Año Nuevo Aymara fue resultado de un proceso de reafirmación identitaria en un tiempo en el que el racismo, la discriminación y la exclusión estaban muy marcados.
Desde la promulgación del Decreto Supremo Nro. 173 del 17 de junio de 2009 en sus Artículo único declara Feriado inamovible al 21 de junio de cada año con suspensión de actividades públicas y privadas en todo el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia, con motivo de celebrarse el solsticio de invierno.
En la actualidad ésta celebración, es un momento oportuno para reflexionar sobre el significado e importancia que tiene para nuestros pueblos y naciones indígenas originarios campesinos y para la sociedad en su conjunto, la relación que se tiene con el ciclo agrícola, la elección y cambio de autoridades, en las comunidades originarias.
El reconocimiento del Año Andino Amazónico y del Chaco y otros procesos, son un avance en términos de interculturalidad; como también se continúan realizando esfuerzos para desarrollar políticas estatales concretas para fortalecer la capacidad productiva, reactivando la economía y organizativa de la población rural.
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